martes, 24 de mayo de 2016

Cómo curar una planta herida o rajada

Insectos, roces, caída de granizo o diferentes accidentes pueden dejar en las hojas de nuestras plantas algunas heridas y rajaduras. ¿Cómo curarlas?

Cómo curar plantas con rajaduras

Cuando las hojas de las plantas sufren rajaduras, lo primero es analizar el daño. Si ha sido producido por insectos que buscan alimentarse, debes aplicar la solución adecuada para ahuyentarlos. Recuerda que en nuestro portal tenemos muchos consejos contra diversos insectos y amenazas de las plantas.
Cómo curar una planta herida o rajada

En cambio, si el daño se produjo por un golpe o roce, primero aísla la planta de las amenazas para que no sea atacada. Colócala en un sitio más alto si el causante fuera tu mascota o la circulación de las personas, y recuerda adecuar la posición respecto del sol recibido a lo largo del día, para procurar el mayor bienestar a tu amiga verde.
Ya detectada la fuente, debes higienizar la zona de las hojas que presenten heridas. Simplemente, frota suavemente con agua apenas tibia, para retirar cualquier suciedad. Hazlo despacio para no empeorar el daño. Luego, seca presionando suavemente con una toalla de papel de cocina, por ambos lados de la hoja, y aplica la siguiente cura casera para cicatrizar esta herida.

Remedio para curar las hojas rajadas

El remedio es sencillo: debes llevar a baño María un pequeño trozo de cera pura de abejas, hasta convertirla en una sustancia fluida y de fácil manipulación. Otra opción es derretirla a fuego directo o en microondas. La cera de abejas pura es ideal para hacer este remedio, ya que es natural y desinfectante por sí misma, pero si no la consigues, usa la cera derretida de una vela común.
Deja templar un poco la cera, para no quemar a la planta, y cuando tenga una temperatura adecuada (no sólida, pero que puedas meter un dedo sin quemarte) aplica con un pincel o cuchara plástica, pincelando por sobre toda la parte de la hoja herida, por ambos lados. Aplica generosamente, para que se cree una capa gruesa de cera que proteja la zona y sus alrededores.
Esta capa de cera, al enfriarse, creará un parche protector en las hojas que impedirá el ingreso de suciedades y microorganismos, permitiendo a la planta cicatrizar de manera natural y adecuada. Cuando la planta ya se haya recuperado, la superficie pareja hará que el parche de cera caiga solo, y sin dejar restos.

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